Hungría: ¿Por qué la UE aceptó un país cuyo gobierno tiene tendencias fascistas?

La intranquilidad generada por la presencia de Viktor Orbán se percibe a diario en los pasillos de la Unión Europea.

Desde que llegó al poder propone leyes que generan mucha controversia y que son en el límite de lo aceptable.
Todos nos acordamos de la edificación de una valla en la frontera con Serbia para frenar la entrada de los refugiados, además de algunas declaraciones propagandistas y populistas acerca de los extranjeros.
Varias veces tuvo la UE que darle un toque y llamarle la atención sobre el por qué de la UE (cosa que aparentemente no ha entendido del todo).

Pero de momento la UE parece un poco laxista hacia él. Lo peor fue cuando su gobierno votó una ley de medios que, entre otras cosas, quita la protección a los informadores sin los que casi no es posible hacer periodismo de calidad.

Hasta ahora, aunque hubiera varias investigaciones y estudios, todavía no hay suficientes pruebas para ejercer sanciones sobre Hungría. Orban sigue disfrutando de una cierta impunidad, y de la simpatía de algunos partidos políticos de extrema derecha como VOOX en España y el Rassemblement National en Francia (Marine Lepen)

Orban usó lo que se llama inteligencia jurídica: Las leyes votadas podrían tener tantas interpretaciones que solo es posible tumbarlas tras su llegada al TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos), a través de casos específicos.

Claro, dichos casos están ya en los despachos del TEDH y la UE está esperando para poder atacar al gobierno de Orban y castigar dicha impunidad. La pelota está en las manos de los medios, ya que son ellos los que tienen que actuar. La UE solo actúa tras las decisiones del TEDH en esos casos. Y el mismo Tribunal solo empieza su trabajo con una denuncia.